
Minerva 07 | IV ÉPOCA | 2008
OLIVER SACKS, ALEXANDER RODCHENKO, JACQUES DERRIDA, JUAN GELMAN, IÑAKI ÁBALOS, ALEJANDRO ZAERA, RENATA SENTKIEWICZ, PIERRE KLOSSOWSKI, BRUNO SCHULZ, ADAM ZAGAJEWSKI, LOU ANDREAS-SALOMÉ, MICHELANGELO ANTONIONI, MASSIMO CACCIARI, SIMHA AROM, SERGE TISSERON, FRANCISCO MORA, GUILLERMO RENDUELES, MANUEL DESVIAT, TIKEN JAH FAKOLY, FRÉDÉRIC MARTEL, ISIDRO HERRERA, SANTIAGO ERASO, FERNANDO CASTRO FLÓREZ, AMADOR FERNÁNDEZ-SAVATER
Westin Peachtree Plaza Hotel
28/XI/98, 23:45 h. Un mundo intrincado no tiene por qué ser divertido. El intrincado mundo del hispanismo, por ejemplo, es bastante tedioso. Y, aunque sería tentador explorar los sinuosos senderos que me han traído a esta ciudad por tercera vez, a este hotel en el que trabajabas tú, cuando tú ya ni vives ni trabajas aquí, me parece que lo que encontrara –el herrumbroso rótulo del hispanismo en la entrada del laberinto– sería poco alentador. Las causas de mis viajes anteriores eran más respetables.
La fotografía: copia, archivo, firma
En 1992, los profesores Hubertus von Amelunxen, teórico de la fotografía, y Michael Wetzel, experto en teoría de la literatura, ambos buenos conocedores de la obra de Jacques Derrida, mantuvieron una profunda conversación con el filósofo francés sobre la especificidad del medio fotográfico, y sobre lo que la fotografía nos puede revelar acerca de la naturaleza de la imagen, la mirada y el referente. Minerva reproduce los fragmentos más relevantes de esa extensa entrevista y la acompaña con una selección del trabajo de algunos de los grandes fotógrafos del siglo XX.
Marina City
En ocasiones los edificios que nos atraen, los que más nos sorprenden y hacen reflexionar, no son aquellos que reflejan nuestro modo de proyectar o reafirman nuestra posición ante la arquitectura o la ciudad.
Massimo Cacciari
El filósofo Massimo Cacciari recibía el pasado abril el Primer Premio Internacional de Ensayo Círculo de Bellas Artes-Antonio Machado Libros, al que concurrió con un manuscrito titulado Europa o la filosofía. El libro, una honda reflexión sobre la identidad europea y el proceso de construcción de una unidad supranacional, vio la luz en octubre. Aprovechando la visita de Cacciari al CBA para su presentación, Manuel Calderón, responsable de la sección de cultura del diario La Razón, estuvo conversando con él.
La torre de Tatlin
Mientras en Moscú (1919) la Modernidad de Tatlin inicia su Monumento a la Tercera Internacional, en Nueva York se sigue edificando en altura a partir del ejemplo modernista y ornamentado del Flatiron (1902). Es así como, con el nuevo siglo, empiezan a brotar en Estados Unidos unos gigantescos edificios del Modernismo neogótico, cuyas altas fachadas de estilismo vetusto se postulan bajo el altivo, vulgar y poco edificante nombre de «rascacielos».
Tintín
En 1985 el psiquiatra y psicoanalista Serge Tisseron, director de investigación de la Universidad de París X-Nanterre, publicó Tintín en el psicoanalista, una fascinante investigación que rastreaba a lo largo de la universal obra de Hergé un enigma en torno al cual parecían girar las aventuras de Tintín y sus amigos. Algún tiempo después, ciertos hallazgos archivísticos vinieron a confirmar la hipótesis de Tisseron, arrojando una inquietante luz sobre lo que se tenía por un inocente cómic para niños.
Al son de la diversidad
El etnomusicólogo Simha Arom, gran experto en música centroafricana y responsable de numerosos desarrollos en los métodos de grabación, transcripción y análisis de las músicas polifónicas tradicionales, estuvo conversando con el compositor y director Fabián Panisello y con el etnomusicólogo Polo Vallejo acerca de las asombrosas complejidades que esconden las músicas no occidentales.
Una búsqueda en lo profundo
En 1975, el escritor y periodista Alberto Ongaro entrevistó a Michelangelo Antonioni (Ferrara 1912 – Roma 2007), que acababa de estrenar Professione: Reporter, la última película de su aventura internacional, tras Blow up y Zabriskie Point. En esta conversación Antonioni aparece como un cineasta inquieto y extremadamente curioso, abierto a la innovación y radicalmente interesado por el presente.
DOSSIER SCHULZ-KLOSSOWSKI
«No hay palabra o alusión que pueda sugerir adecuadamente el escalofrío del miedo, el presentimiento de algo sin nombre que excede nuestra capacidad de asombro». Estas palabras de Bruno Schulz podrían servir perfectamente de exergo a la pasión moderna por lo real. A esa voluntad –tan característica de las vanguardias– de hallar el fundamento de la autenticidad ontológica en conflictos violentamente opuestos a la vivencia cotidiana. Desde este punto de vista, las experiencias más nudosas y oscuras constituyen una atalaya metafísica privilegiada para divisar la fecundidad irrestricta del mundo que las corrientes estéticas postrománticas trataron de rescatar por entre las grietas de la racionalización administrativa. No en vano, a menudo se ha señalado el impacto en la obra de Schulz de la vertiginosa incorporación de su Drohobycz natal a la economía internacional, cuando se convirtió a principios del siglo xx en uno de los principales productores petrolíferos del mundo. Es un periplo artístico cuya consumación rastreó Pierre Klossowski, un nietzscheano convencido de que el simulacro obsceno, antes que el grand guignol político, nos permite atisbar la donación permanente, irreprimible y peligrosa de la voluntad de potencia.
El dossier Schulz-Klossowski propone un acercamiento y una posible constelación de sentido entre la obra de Bruno Schulz y la de Pierre Klossowski, dos autores que compartieron obsesiones, que se debatieron entre la expresión escrita y la gráfica, y a los que el CBA dedicó el pasado otoño sendas exposiciones.
La entrevista de Alain Arnaud con Klossowski explora su concepción del alma, su defensa de la pintura como simulacro o su abandono de la escritura para desarrollar formas híbridas, conceptualmente a caballo entre la literatura y las artes plásticas, capaces de señalar ese remanente incomunicable que queda tras cualquier intento de expresión. El crítico Fernando Castro Flórez, por su parte, rememora el acto artístico póstumo que puso punto final al paso de Klossowski por este mundo, y concluyó con el traslado de sus cenizas a un pueblo de Salamanca… La obra de Schulz se analiza en un luminoso texto de Adam Zagajewski en torno a la relación de su prosa epistolar con su universo artístico y vital, y se completa con tres cartas de Schulz a su amigo Andrzej Plesniewicz inéditas en castellano. Finalmente, la carpeta se cierra con un artículo de Isidro Herrera, responsable de la editorial Arena Libros –que ha publicado recientemente algunos libros de Klossowski en castellano– en torno a las vecindades y correspondencias entre Schulz y Klossowski.
Después de la psicología crítica
El pasado octubre Guillermo Rendueles Olmedo, psiquiatra y ensayista, y Manuel Desviat, psiquiatra y Director del Instituto Psiquiátrico José Germain, participaron en un coloquio en torno a la psicología crítica, en el que debatieron temas como la desactivación de los conflictos sociales a través de su psicologización o la debilidad teórica de los nuevos consensos psiquiátricos. Amador Fernández-Savater, codirector de la revista Archipiélago y de la editorial Acuarela, que moderó la discusión, aporta también su punto de vista sobre el tema.
Las potencias del alma.
Pierre Klossowski, bien conocido por sus ensayos y sus novelas, es también autor de una abundante obra plástica –a la que se dedicó en exclusiva a partir de 1970– marcada por el erotismo, que muestra una profunda continuidad con sus escritos literarios y sus reflexiones teóricas. En esta entrevista de 1982 que le hizo su amigo Alain Arnaud, escritor y ensayista, Klossowski profundiza en las complejas similitudes y diferencias que existen entre la escritura y el dibujo, tanto en general como en su obra en particular.
Politizar el sufrimiento
A comienzos de los años sesenta, en el guión de uno de sus cortometrajes, Guy Debord afirmaba: «La realidad de la que hay que partir es la insatisfacción». Es decir, para conocer una sociedad, lo mejor no es hacer el análisis de sus instituciones, sino de sus fallas, sus grietas y sus averías. Fallas, averías y grietas que somos nosotros mismos: nuestras enfermedades, malestares y depresiones.
En recuerdo de las leyes de la hospitalidad
Todo comenzó en mi despacho. Domingo Sánchez Blanco se sentó, por pura casualidad, bajo la estantería donde tengo acumulados los libros de Foucault, Deleuze, Bataille & cía. Charlábamos o, mejor, divagábamos sobre toda clase de cosas. Sin venir a cuento apareció el nombre de Pierre Klossowski que, precisamente, estaba a la altura de la calva de mi invitado. Le mostré El baño de Diana, que yo mismo había tenido que prologar, ante la deserción de un crítico que presuntamente sabía algo de la cosa, con un esfuerzo descomunal de una semana. Todavía recuerdo el estado febril, a principios de los años noventa, en el que ejecuté ese cometido, dentro de la cama, en estado de trance. Desgrané, precipitadamente, algunas ideas de este personaje singular y, sobre todo, hice hincapié en «las leyes de la hospitalidad».
La cultura es cosa de todos
En 2006 Gallimard publicó un libro capaz de sacudir algunos de los más firmes pilares sobre los que se asienta la grandeur francesa: De la culture en Amérique, de Frédéric Martel. Se trata de una investigación minuciosa y necesaria sobre el funcionamiento de los distintos hilos del tejido cultural en Estados Unidos, que tiene mucho de crítica al modelo cultural francés, pero se mantiene totalmente alejada de la deriva proamericana de otros intelectuales del país vecino.
Bruno Schulz
El poeta polaco Adam Zagajewski se acerca en este texto hermoso y amargo a un tiempo a la figura de Bruno Schulz (Drohobycz, 1892-1942), personaje imprescindible de la vanguardia polaca de entreguerras. Sus escritos de ficción y sus dibujos y grabados componen una obra marcada por el erotismo y por cierto misticismo de ascendencia simbolista, que quedó truncada por su trágico asesinato en el gueto de Drohobycz.
Tres apuntes sobre política cultural
Santiago Eraso, que ha sido durante años no sólo director sino también alma y cerebro del centro de arte y pensamiento contemporáneos donostiarra Arteleku, trabaja en estos momentos con la productora cultural BNV y es miembro del equipo directivo del proyecto de la UNIA arteypensamiento. Un perfil idóndeo para abordar con hondo sentido crítico y con conocimiento de causa algunas de las grandes fallas de la política cultural en España y para aportar pistas acerca de por dónde deberían transitar las soluciones.
Las cartas sobre la mesa
Drohobycz, 4 de marzo de 1936 Querido señorSchulz conoció a Andrzej Plesniewicz en Varsovia, durante el invierno de 1936, al comienzo de su excedencia de seis meses que comenzó el 1 de enero., Su carta me ha complacido mucho, nunca pensé que fuera a tomarse en serio su promesa. Antes, las cartas que yo escribía…
Tiken Jah Fakoly
Su mensaje inequívocamente emancipatorio y el uso de un soporte musical tan transnacional como el reggae han hecho de Tiken Jah Fakoly un ídolo para la juventud africana, tanto dentro como fuera del continente. Fakoly nació en Costa de Marfil en 1968, dentro de una familia de griots, músicos y narradores ambulantes que mantienen viva la tradición oral africana.
El estereotipo o la pacotilla
Isidro Herrera, responsable de Arena Libros, una de las editoriales que más atención ha prestado a Pierre Klossowski en nuestro país, indaga en este texto en algunas de las constelaciones de sentido que es posible rastrear tanto en la obra de Klossowski como en la de Bruno Schulz.
Asaltar los cielos
El pasado otoño, los arquitectos Iñaki Ábalos (del estudio Ábalos & Herreros) y Alejandro Zaera (de Foreign Office Architects), dos de los españoles mejor situados en el panorama arquitectónico actual, y la arquitecta de origen polaco Renata Sentkiewicz (Sentkiewicz arquitectos), joven promesa aunque con un interesante trabajo ya a sus espaldas, mantuvieron un animado debate en torno a la edificación en altura, el compromiso del arquitecto y los límites de su trabajo en la actualidad.
Sé
Juan Gelman (Buenos Aires, 1930) es sin duda uno de los grandes de la poesía mundial. Su temprana vocación le llevó a abandonar sus estudios de química, tras lo cual ejerció diversos oficios antes de encontrar acomodo como periodista: durante años fue redactor de Nuestra Palabra, colaboró en el diario comunista La Hora y fue corresponsal de la agencia china Xin Hua.
Flatiron Building
Pese a ser ampliamente superado en altura por muchos de los rascacielos del siglo xx, el Flatiron, con sus 22 pisos y sus relativamente modestos 87 metros, sigue siendo hoy uno de los iconos insustituibles de Nueva York. Fotografiado por Stieglitz o Steichen, filmado en multitud de películas, comentado por viajeros y escritores ilustres (como H. G. Wells, que afirmaba haber tenido la revelación del poder de Nueva York sólo contemplando el Flatiron al atardecer), elegido en una portada de Life como el rascacielos contra el que chocaba el trineo de Santa Claus, ese extraño edificio triangular continúa atrayendo, cien años después de su construcción, unas miradas para las que los rascacielos ya no son ninguna novedad.
La era de la neurocultura
Francisco Mora, catedrático de Fisiología de la Universidad Complutense y de la Universidad de Iowa, es uno de los más destacados expertos en neurociencia de nuestro país. Además, es un ensayista audaz que ha propuesto un ambicioso programa de convergencia de ciencia y humanidades a partir de los descubrimientos recientes de la neurología. Sus numerosos textos combinan conocimientos científicos enciclopédicos con una prosa brillante. En esta entrevista propone tres calas en temas centrales de la neurocultura.
¿Mies sin columnas?
En aquel sofocante verano de Berlín de 1922 Mies Van der Rohe estaba sentado frente a su mesa, en la que sólo había tres piezas: un vaso precioso medio lleno de vino blanco, una botella abierta de Riesling y un vaso Savoy transparente.
Como un rayo caído del cielo
Desde hace más de treinta años, el neurólogo Oliver Sacks (Londres, 1933) destaca no sólo por sus trabajos científicos, sino también por sus geniales aportaciones literarias al conocimiento de los procesos cerebrales a partir de casos clínicos. Libros como Despertares, Un antropólogo en Marte o El hombre que confundió a su mujer con un sombrero, publicados en castellano por la editorial Anagrama, lo han hecho mundialmente famoso. En su último libro, del que Minerva adelanta un capítulo, nos habla de cómo ciertas alteraciones neurológicas pueden dar lugar a una pasión repentina por la música o incluso a lo que normalmente se tiene por «auténtica inspiración».
7 World Trade Center,
Del conjunto de rascacielos que han de elevarse en la Zona Cero, Nueva York, el 7 World Trade Center es el primero que se ha terminado. Pertenece a la sociedad inmobiliaria Silverstein Properties, a la que pocas semanas antes del 11 de septiembre de 2001 la Autoridad Portuaria de Nueva York otorgó la concesión de alquiler del complejo World Trade Center para los siguientes 99 años.
Hedda Gabler de Ibsen
En 1892, la inclasificable intelectual germano-rusa Lou Andreas-Salomé (San Petersburgo 1861-Gotinga 1937), autora de una obra heterogénea en la que filosofía, psicoanálisis y literatura se combinan de diversas maneras, y conocida por su intensa relación con Friedrich Nietzsche, publicó Figuras femeninas en Henrik Ibsen, uno de los primeros ensayos consagrados al dramaturgo noruego, a día de hoy inédito en castellano. A continuación reproducimos importantes fragmentos del agudo capítulo dedicado a la moderna y supuestamente emancipada protagonista del drama de Ibsen Hedda Gabler, de 1890, que presentó en el CBA la compañía de teatro Galanthys.
Torres Blancas
Al hablar de un rascacielos o una torre parece inevitable hablar de eficacia estructural y economía. Si empezamos a indagar en la estructura de Torres Blancas enseguida llama la atención la descripción que ofrece Sáenz de Oíza en la memoria: «La estructura es de cemento armado sin pilares, ya que son las paredes verticales externas y algunos elementos verticales internos los que realizan las funciones de sustentación, formando un conjunto monolítico, una roca de cemento, una estructura estáticamente muy interesante».
FOTOGRAFÍA DEL SIGLO XX
En «La obra de arte en la era de su reproductibilidad técnica», Walter Benjamin escribía: «Acercar las cosas a uno mismo o, mejor, a las masas, es una tendencia tan apasionada de nuestros contemporáneos como superar lo irrepetible en cada situación a través de su reproducción. De forma más apremiante cada día, se va imponiendo la necesidad de hacerse dueños del objeto, pero ello, además, desde muy cerca, en la imagen, en la reproducción». Se calcula que, justo antes de la eclosión de la fotografía digital, se realizaban en todo el mundo unos sesenta billones de fotografías al año. La fotografía estableció la tonalidad estética del siglo pasado más que cualquier otro medio artístico. Ni la música ni, por supuesto, el vídeo, cuya producción sólo recientemente se ha hecho realmente masiva, han alcanzado tal nivel de «democratización». Como señalaba hace ya cuatro décadas Pierre Bourdieu, existe una relación estructural entre la fotografía entendida como una de las bellas artes, la fotografía de masas y la fotografía amateur. Por eso la historia de la fotografía excede con mucho lo museístico. Incluso los debates fotográficos más académicos nos enseñan algo esencial del universo simbólico de nuestro pasado reciente.
La disputa entre fotografía artística y documental, la tensión entre original y copia, las fronteras entre intervención y manipulación o entre realidad y ficción son auténticos letreros luminosos que nos orientan en la dirección de los antagonismos que vertebraron nuestra historia reciente. Por ejemplo, el propio Benjamin subrayaba la simultaneidad de la aparición de la fotografía y el socialismo. ¿Traerá consigo el fin de las esperanzas emancipatorias modernas también el acabamiento de la fotografía? Para examinar ésta y otras cuestiones nada mejor que recuperar un intercambio epistolar de Rodchenko inédito en castellano en el que se debaten las estructuras estéticas propias de la fotografía en el momento de su ruptura definitiva con la tradición iconográfica precedente: esto es, la relación entre las posibilidades técnicas de la fotografía y sus potencialidades estéticas y semánticas.
En el otro extremo, una imprescindible conversación con Jacques Derrida, también inédita hasta el momento, aborda en toda su hondura la especificidad del medio fotográfico, al tiempo que nos permite aproximarnos, por caminos laterales, a algunas de las cuestiones en torno a las cuales la filosofía se debate siempre de nuevo: la naturaleza de la representación, la cuestión del referente, la actividad implícita en la recepción supuestamente pasiva de la imagen por el sujeto, la técnica y su lugar en el mundo…
Empire State Building
Una vez que Nueva York hubo arrebatado a Chicago el título de ciudad de los rascacielos, éstos ya no pueden ser sino neoyorkinos. Antes de Nueva York sólo está Chicago; después, algunos rascacielos por aquí y por allá, pero sólo una es la «ciudad de los rascacielos», cartel merecido para la ciudad más moderna, de una modernidad aún más hiriente por cuanto vieja y decrépita, de piedra, bronce y ladrillo más que de cristal, polvorienta, por tanto, y no brillante, sino, en todo caso, refulgente de aura, aunque algo quebradiza ya, tanto arriba, en los tapones de radiador de níquel oxidado con que se rematan sus grandes edificios, como abajo, en el traqueteo chirriante de sus metros, audibles a simple vista, valga la paradoja, a través de las rejillas de las aceras de algunas de sus calles, la primera de todas, la grosera y sublime avenida Lexington. Nueva York es la ciudad de la más moderna antiqua novitas, y el Empire State Building es su símbolo, no por otra razón sino por ser el pico de su montaña. Nunca nadie creyó de veras que las insignificantes Twin Towers aventajasen en algo al Empire.
La nueva fotografía, una polémica
En 1928 Rodchenko publicaba en la revista Novy Lef una carta dirigida originalmente –aunque no publicada– a la redacción de Sovietskoye Foto, desde cuyas páginas se le había acusado de plagiar a fotógrafos extranjeros y, en especial, a Moholy-Nagy. La misiva de Rodchenko será el comienzo de una apasionante polémica: el escritor Boris Kuschner escribe una carta abierta en la que lamenta la falta de argumentos que apuntalen la postura de Rodchenko, y éste responde con todo un manifiesto, «Caminos de la fotografía contemporánea», en donde argumenta y defiende con pasión la necesidad de un nuevo punto de vista en fotografía.