
Minerva 27 | IV ÉPOCA | 2016
Arnold Schönberg, Jan Assmannn, Grete Stern, María Ruido, Carlos Fernández Liria, Montero Glez, Serge Daney, Ahmad Natche, Jacques Rivette, Ana Useros, Neus Ballús, Henry Hathaway, Michel Cieutat, Isidoro Valcárcel Medina, Jaime Vallaure, Juan Bordes, Javier Vallejo, Winfried Nerdinger, Antón Lamazares, Francesco Indovina
La colección como creación
«Algunas noches, cuando me voy a dormir, tengo que pararme a pensar si sigue siendo el mismo día que cuando me levanté por la mañana» comenta nada más llegar, y es que Juan Bordes (Las Palmas, 1948) no para. Escultor de profesión y por vocación –su prolífica obra se encuentra en plazas, museos y un buen número de colecciones públicas y privadas–, es también arquitecto, fotógrafo, docente, académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y de la de San Miguel Arcángel, y además, un gran historiador y coleccionista. Sin ir más lejos, logró reunir durante más de treinta años una de las bibliotecas más importantes del mundo especializada en el estudio de la figura humana, integrada por tratados y cartillas de dibujo de los siglos XVI al XX, que el Museo del Prado le compró en 2015. Bordes ha comisariado este año en el CBA la exposición Juguetes de construcción. Escuela de la arquitectura moderna, una colección propia con la que analizaba la relación existente entre la evolución de estos juegos y la arquitectura. Nos sentamos para comenzar la entrevista. Bordes se inclina hacia delante y dispara: «Coleccionar es crear».
Kabuki, tradición inspiradora
El periodista madrileño Javier Vallejo, que ejerce la crítica teatral en el diario El País, explica magistralmente en este artículo lo que es el kabuki –una forma de teatro tradicional japonés–, así como los motivos por los que sus representaciones, que tienen la indudable capacidad de apelar a los espectadores del siglo XXI, contienen algunas pistas fundamentales para renovar el teatro occidental.
La historia como maestra
Winfried Nerdinger es historiador de la arquitectura. Profesor en la Universidad Técnica de Múnich y director hasta 2012 del Museo de Arquitectura de esta misma universidad, Nerdinger ha sido nombrado director del NS-Dokumentationszentrum, un centro de reciente creación para el estudio de la historia del nacionalsocialismo. En abril visitó el CBA para impartir una conferencia en torno a la reconstrucción urbana y la memoria histórica en el marco de las actividades impulsadas por la Cátedra Acciona para la escuela SUR.
La pintura como revelación
Antón Lamazares (Lalín, 1954) quiso ser futbolista. Una lesión reorientó las cosas, y el resto de la historia es pintura. Una confesable obsesión, una necesidad psíquica, que se transmuta en piezas que la crítica ya ha relacionado con el minimalismo, el informalismo y la abstracción. Más pintor que artista, Lamazares ha realizado exposiciones en galerías de primer orden como la de Juana Mordó (Madrid), la Sala Gaspar (Bacelona) o la Bruno Fachetti (Nueva York), y en centros como el Instituto Cervantes de Damasco (Siria). Estancias en el extranjero (París, Nueva York o Berlín), viajes por Europa, dos talleres en Madrid, becas y premios en el bolsillo, como la Insignia de Ouro de la Universidade de Santiago de Compostela, o la Medalla Castelao de la Xunta de Galicia (ambos concedidos en 2010); Lamazares es uno de los grandes representantes del arte contemporáneo estatal. Nadie puede dudarlo. Pero el camino no fue fácil. Y sigue sin serlo.
La religión como contrapoder
Con motivo del estreno de la ópera de Arnold Schönberg Moses und Aron en mayo de 2016, el CBA, en colaboración con el Teatro Real, organizó un ciclo que abordó la cuestión del monoteísmo a través de distintas conferencias. Entre ellas, la de Jan Assmann (Langelsheim, 1938), catedrático emérito de egiptología de la Universidad de Heidelberg y especialista en estudios religiosos y teoría de la cultura. Entre sus libros traducidos al castellano destacan Moisés, el egipcio (2003) y Violencia y monoteísmo (2014). Minerva pidió a Ramón del Castillo, profesor de filosofía en la UNED, especialista en filosofía política y estudios culturales y gran conocedor de la música del siglo XX, que lo entrevistara.
La metropolitanización del territorio
«La forma de una ciudad cambia más rápido que el corazón de un mortal» dejó escrito Baudelaire hace ya siglo y medio. Pero ya no es solo la morfología urbana la que cambia, impulsada por la dinámica social acelerada del capitalismo tardío, sino el territorio al completo: como nos recuerdan estudiosos como Francesco Indovina (Termini Imerese, Italia, 1933), en los últimos años la condición metropolitana se ha independizado de la vieja urbe compacta para colonizar espacios que no son ya ni campo ni ciudad: ciudad de ciudades, metrópolis regionales, campo urbanizado… Los conceptos se multiplican para dar cuenta de una realidad nueva que, sin embargo, sigue mostrando las viejas huellas de las luchas de poder, como siempre ha sabido recordar el urbanismo crítico. Invitado por el Club de Debates Urbanos, Indovina, autor de libros como Del análisis del territorio al gobierno de la ciudad (Icaria, 2012) visitó el CBA la pasada primavera. Su apretada agenda impidió hacer una entrevista presencial, y lo que sigue a continuación es una conversación vía e-mail con Álvaro Sevilla, arquitecto y profesor de la Escuela de Arquitectura de Madrid.
Moisés y Aarón en la correspondencia de Arnold Schönberg
Aunque durante años se esforzó por dar forma al tercer acto, Arnold Schönberg dejó inacabada la que muchos consideran su obra maestra, la ópera Moisés y Aarón. En su correspondencia con algunos de sus amigos y colegas dejó testimonio de algunas de las dificultades que encontraba para terminarla y de distintos asuntos relacionados que le preocupaban. Minerva reproduce parcialmente cuatro de esas cartasMinerva quiere agradecer a Lawrence Schoenberg su extraordinaria amabilidad al dejarnos reproducir las cartas, dibujos y partituras de su padre, y al Arnold Schoenberg Center en Viena su eficacia y rapidez a la hora de enviarnos los materiales..
El sueño del fotomontaje produce sarcasmo
María Ruido (Ourense, 1967) es artista visual, investigadora y profesora en la Universidad de Barcelona. Sus trabajos combinan distintas disciplinas para abordar temas como los imaginarios del trabajo o la construcción de la memoria, manteniendo siempre constante su interés por las políticas de la representación. Minerva le ha pedido que se enfrente a los fotomontajes que expuso el CBA a finales de 2015, y con los que la fotógrafa Grete Stern ilustró un consultorio psicológico de revista para mujeres en la Argentina de los años cincuenta, un auténtico filón conceptual para la mirada de María Ruido.
La anomalía freudiana
Como un monstruo que todo lo devora, la cultura oficial del capitalismo tardío también ha intentado deglutir el psicoanálisis. Solo así se explica que un consultorio sentimental de revista femenina como el que ilustraron los extraordinarios fotomontajes de Grete Stern pudiera recurrir a la obra de Freud para aconsejar –siempre en un sentido conservador– a sus lectoras. O que el complejo de Edipo haya pasado a considerarse una fase más en el desarrollo del bebé. Pero como apunta en este artículo el filósofo Carlos Fernández Liria, profesor en la Universidad Complutense de Madrid, el pensamiento freudiano mantiene algunas aristas que dificultan su digestión.
Jazz jazz jazz
La fotografía y el jazz forman una pareja bien avenida y de larga trayectoria. En la muestra Jazz jazz jazz el CBA expuso una selección espléndida de imágenes en blanco y negro tomadas en los años cuarenta y cincuenta, en plena época dorada. Minerva recoge ahora siete de esas fotografías y las acompaña de una invitación a sumergirse en este género musical a cargo del escritor Montero Glez (Madrid, 1965). Autor, entre otras, de las novelas Sed de Champán (1999), Manteca Colorá (2005) o la reciente Talco y bronce (2015) y colaborador en distintos medios y bajo diferentes seudónimos, Montero Glez es también un apasionado del jazz.
CINE EN EL CBA
Con el paso de los años las salas de cine de nuestras ciudades han ido perdiendo personalidad, cuando no han desaparecido por completo convertidas en tiendas de moda, teatros especializados en musicales superventas o tapiadas sin más. En medio de este panorama desolador, algunas salas resisten como la aldea gala de Asterix, aunque afrontando grandes…
Elogio de Tati
Probablemente Jacques Tati sea el cineasta cómico más importante de la historia del cine sonoro. Sus películas permiten tanto reír como reflexionar ante los peculiares conflictos con el mundo moderno de su inolvidable Sr. Hulot. En 1979 Serge Daney (París 1944-1992), figura de referencia para la crítica de cine, publicó en Cahiers du Cinéma este texto magistral, que años después recogió Gallimard en su volumen La Rampe, y que Minerva reproduce acompañado de algunas imágenes del libro El papagayo de Monsieur Hulot con el que el dibujante David Merveille rinde homeneje al cineasta, publicado por la editorial Kalandraka.
Cuando ver menos permite ver mejor
El filósofo Santiago Alba Rico siempre alerta de la insistencia de los medios en asociar el destino de los palestinos a imágenes de ceremonias funerarias colectivas: «Cuando matan a un niño en España ningún periódico publica imágenes de su cadáver ni de su entierro. De manera espontánea se buscan imágenes del niño vivo, sonriente, lleno de vida, lo que permite calibrar mejor el dolor de los supervivientes y el horror de la acción cometida. De los niños palestinos muertos no vemos nunca imágenes de cuando estaban vivos y se asemejaban a nosotros». La película Dos metros de esta tierra, del cineasta palestino-español Ahmad Natche, es justamente el retrato fiel de una Palestina real, viva, poblada por gente como nosotros: posiblemente no cabe una subversión mayor del relato oficial ni una denuncia más eficaz de la situación de este pueblo.
Jacques Rivette: el arte de la ficción
No son pocas las ocasiones en las que una mirada pausada sobre una figura poco representativa dentro de un movimiento o colectivo –sea cinematográfico, literario o de cualquier otra manifestación artística– tiene la capacidad de arrojar una perspectiva interesante e inusitada sobre todo el conjunto. Matices y ángulos que, a la sombra que proyectan las figuras más visibles de ese movimiento, habían pasado inadvertidos. La ensayista y cineasta Ana Useros se enfrenta en este texto con la obra –cinematográfica y escrita– de Jacques Rivette, el espíritu libre de la Nouvelle Vague.
«Las mujeres tenemos un problema para acceder al dinero en el cine»
Neus Ballús hace cine. En 2013, con su ópera prima La plaga, nos dijo que había que luchar para salvar lo poco que nos queda. Esta directora catalana emplea la cámara para enseñarnos la piel y la carne de la que estamos hechos. Lo hace desde una mirada transparente, real y necesaria.
Henry Hathaway o el clasicismo singularizado *
Aunque a lo largo de las décadas de 1950 y 1960 los defensores apasionados de la política de autores supieron poner de relieve a la mayoría de los grandes cineastas de la edad de oro hollywoodiense (Hitchcock, Ford, Hawks, Lang…), así como a los principales «maestros menores» (Fuller, Heisler, Garnett, Ulmer…), fueron en cambio bastante discretos a la hora de hablar de quienes les parecían únicamente empleados a sueldo de los estudios. Hubo que esperar la llegada de otras miradas, tan entusiastas como aquellas pero más lúcidas –como las de Jean-Pierre Coursodon, Bertrand Tavernier, Christian Viviani y algunas otras–, para señalar que ya existía entonces, en aquella misma época, una categoría de «maestros medianos», y que algunos de ellos, como Michael Curtiz, André de Toth o Jean Negulesco, bien podían rivalizar con los grandes. Henry Hathaway formaba parte de este grupo gracias sobre todo a su estilo: un estilo que se esforzaba por empujar más allá de los límites del clasicismo renovándolo a menudo.
Espacios y palabras
Para Isidoro Valcárcel Medina (Murcia 1937) «siguemepollo» es la palabra más bella del idioma. Comprometido desde hace cinco décadas con una forma de hacer arte que no pueda ser objeto de especulación en el mercado artístico, este pionero del arte conceptual en España se ha cuidado siempre de realizar obra que no pueda ser coleccionada y de no producir documentación sobre la misma a la que pueda echarle el guante un sistema capaz de asimilar toda disidencia. Ello no le ha impedido recibir el Premio Nacional de Artes Plásticas en 2007 y el Premio Velázquez en 2015, y es que Valcárcel Medina es un maestro de la aporía o de hacer que las instituciones sean las que pasen, en cada uno de sus acercamientos al artista, por el aro que le tienen preparado con su nombre. El que una vez pintó de blanco, con un pincel del 8, una pared blanca del MACBA a cambio de la remuneración de un pintor de brocha gorda, conversa hoy sobre su recién publicado Diccionario personal de la lengua española con su editor, Jaime Vallaure, también artista vinculado al arte de acción y la performance, integrante de Los torreznos, y codirector de Entreascuas Editores. En su Diccionario personal Valcárcel Medina rehace el Diccionario de la lengua española a su manera, reordenándolo en función del número de letras, reescribiendo a mano su vocabulario favorito, incluyendo nuevas palabras, arrinconando las que no le interesan, y asignando espacio a cada palabra en función de la importancia que «circunstancial y transitoriamente» le merecen.